miércoles, 3 de septiembre de 2008

Bañarse en Alfonsín

Por Pepe Eliaschev 1 de Septiembre del 2008
El espectacular triunfo de la Unión Cívica Radical en las elecciones para elegir nuevo intendente de Santa Rosa, la capital de la provincia de La Pampa, horas después de que el vicepresidente de la Nación Julio Cobos visitara a Raúl Alfonsín, vuelve a poner, al viejo y centenario partido de Alem, Yrigoyen, Illia y el propio Alfonsín, en un estado de decisión verdaderamente delicado.
Todo parece indicar que hace ya un tiempo largo la Unión Cívica Radical ha comenzado una lenta pero segura rehabilitación. Sin embargo, los radicales son capaces de ser grandes enemigos de ellos mismos, y quizás sus peores enemigos.
El hecho de que el Dr. Alfonsín se esté recuperando de una delicada enfermedad –incluyendo la muy buena noticia de que todo parece indicar que esa recuperación va viento en popa-, ha determinado que una serie de personajes se aparezcan por su departamento, desde luego, con la anuencia del ex presidente, para tratar de alguna manera de bañarse en honradez y en decencia, con la foto que los pone junto a un hombre que puede caminar libremente por la calle, porque verdaderamente no hay nadie que lo odie.
Sin embargo, la generosidad que está exhibiendo Alfonsín puede llegar a ser perjudicial para el propio radicalismo y para la democracia argentina.
¿De qué se trata este supuesto reingreso de Julio Cobos? ¿Cómo es posible que luego de la experiencia, ciertamente amarga, que los radicales vivieron con Roberto Lavagna -una alianza que dejó de existir la misma noche del recuento de los votos, el año pasado- se retorne a la idea de que un éxito determinado, una personalidad, un individuo, pueden enmarcar la rehabilitación popular del radicalismo?
Antes de que se produjera el famoso voto "no positivo" de Julio Cobos en el Senado –voto importante, si se quiere, y muy ponderado, porque implicó el retorno a la razón en la Argentina-, el radicalismo venía cumpliendo una rehabilitación ponderada y evidente en muchas provincias.
Esta idea de que Cobos, en definitiva, podría regresar por la ventana, impulsada desde adentro del radicalismo por figuras poco claras y bastante opacas como Enrique "Coti" Nosiglia, y otras que no han dejado, ciertamente, una imagen de gran eficacia democrática -como la de Rafael Pascual-, vuelve a ratificar que hay una corriente dentro de los radicales, para con la cual parece tener cierta particular debilidad el propio Alfonsín, que prefiere y prioriza determinadas salidas individuales, más allá del propio ideario de calidad institucional que se ha pregonado.
Las cosas hay que decirlas con absoluta claridad: Cobos se fue del radicalismo. Es el vicepresidente de un gobierno al que se opone el radicalismo. ¿En qué condiciones regresaría al radicalismo? ¿Como militante de un partido que tiene estructuras formales y un Comité Nacional, o como un invitado especial para tratar de posicionarse –con el uso del aparato partidario- de cara a las elecciones de 2011?
Por otro lado, Alfonsín debería tomar en cuenta que la Unión Cívica Radical tiene, aunque a él no le guste, una determinada estructura directiva, y que tiene un presidente de Comité Nacional elegido por las bases del partido.
Para cambiar la política se debería consolidar el control del radicalismo, y sin embargo Alfonsín parece, en algunos casos, impulsado por ciertas amistades, con tendencia a manejarse por su propia cuenta.
La verdad es ésta: Cobos es vicepresidente de Cristina Kirchner. Ha apoyado todas y absolutamente cada una de sus políticas, con la excepción del aumento a las retenciones. Seguir estimulando un regreso "por izquierda", o entre gallos y medianoche, de Cobos al radicalismo, terminaría por frustrar la reapertura de un partido que como lo demuestra la excelente elección de Santa Rosa, en la Pampa, ha comenzado ciertamente a rumbear hacia un futuro mejor.

No hay comentarios: