sábado, 26 de julio de 2008

El 26 de julio de 1890




El sábado 26 de julio, entre las 4 de la madrugada (aún de noche) y las 8.00, las tropas de ambos bandos tomaron posiciones. El centro de los enfrentamientos estuvo ubicado en las plazas Lavalle y Libertad y en las calles adyacentes, pertenecientes al barrio de San Nicolás. A ello hay que sumarle la acción militar de la flota naval, también sublevada.

Las tropas revolucionarias
El levantamiento armado comenzó en la madrugada del sábado 26 de julio de 1890.
A las 4.00, Alem al mando de un regimiento cívico armado tomó el estratégico Parque de Artillería de la Ciudad de Buenos Aires, actual Plaza Lavalle (donde hoy se levanta el edificio de la Corte Suprema de Justicia), ubicado 900 metros de la casa de gobierno, frente a las obras recién iniciadas del Teatro Colón.
Simultáneamente, desde Palermo, en la zona norte de la ciudad:
El coronel Figueroa con la ayuda del coronel Mariano Espina sublevaron el Regimiento 9º de Infantería, ayudados por una extraña orden impartida al Regimiento 11º de Caballería, que lo vigilaba, de salir a practicar tiro a la madrugada. La orden ha sido atribuida a Roca.
Aristóbulo del Valle e Hipólito Yrigoyen lograron sublevar a los cadetes del Colegio Militar;
El general Manuel J. Campos sublevó el Batallón 10º de Infantería donde estaba detenido;
Los capitanes Manuel Roldán y Luis Fernández sublevaron el estratégico Regimiento 1º de Artillería, con sus nuevos cañones Krupp 75 al mando del mayor Ricardo Day.
Todas estas tropas se reunieron y marcharon juntas como Columna Norte hacia el Parque de Artillería donde llegaron aproximadamente a las 6.00. Allí también concurrieron otros cuerpos militares rebeldes y cientos de milicianos "cívicos", sumando unos 1.300 solados, alrededor de 2.500 milicianos, y toda la artillería existente en la capital.
Por su parte, desde el Sur, se sublevó el 5º Batallón de Infantería, ubicado cerca de la estación Constitución, en la calle Garay y Sarandí, marchando también hacia el Parque, al mando del comandante Ruiz y el mayor Bravo.
También durante la madrugada, el teniente de navío Eduardo O'Connor sublevó la mayor parte de la escuadra naval ubicada en el puerto de la Boca del Riachuelo, al sur de la Casa Rosada. Los buques revolucionarios fueron el crucero Patagonia, buque insignia, el Villarino, el ariete torpedera Maipú, y el monitor Los Andes. El control de la flota llevó un tiempo porque hubo un cruento enfrentamiento armado en la Maipú, y porque el almirante leal Cordero, logró maniobrar con el acorazado los Andes para entorpecer las acciones de los revolucionarios, hasta que la propia tropa del buque se amotinó y lo detuvo.
Finalmente las tropas revolucionarias contaban con el apoyo de civiles armados organizados en "milicias cívicas". La mayor parte de los milicianos civiles se sumaron a los cantones donde se ponían al mando del comandante de cada cantón. Sin embargo el cuerpo principal de las milicias cívicas estaba formado por la Legión Ciudadana, que reunía a unos 400 combatientes y estaba al mando de Fermín Rodríguez, Presidente del Club Independiente de la Concepción y miembro de la Junta Ejecutiva de la Unión Cívica; Emilio Gouchón era el Segundo Jefe. La Legión Cíudadana estaba organizada en cinco batallones, al mando de José S. Arévalo, Enrique S. Pérez, José Camilo Crotto (quien años más tarde sería gobernador de la Provincia de Buenos Aires por la UCR), Francisco Ramos y José L. Caro, respectivamente.
Durante la Revolución se formó también otro cuerpo organizado de milicianos, el Batallón de Cívicos Buenos Aires, formado y comandado por el coronel Dr. Juan José Castro y como segundo jefe el Comandante Pedro Campos. El Batallón Buenos Aires estaba organizada con una plana mayor, seis compañías de granaderos, una compañía de cazadores, y cuatro compañías de cívicos adicionales.

No hay comentarios: